Diego tiene 63 años y desde los 19 está diagnosticado con un trastorno mental grave. Actualmente, entre otras cosas, realiza un voluntariado para Salud Mental Molina y Comarca, en una residencia de mayores de Murcia, acompañando a las personas que tienen menos visitas. Una prueba más de que las personas con problemas de salud mental pueden aportar mucho a la sociedad y se deben olvidar los prejuicios e integrarlas en la misma.
Yo vendo unos ojos negros…
Ellos te enseñan mucho desde su experiencia de vida